tú lo entendías y aceptabas mi libertad , me dejabas libre como el viento y mientras más me dejabas volar, yo más te amaba de otra manera, cuando una mañana llegaste y me besaste todo se destruyó. No sentí placer, no sentí deseo. sentía amor.
Pero este amor tú no lo entendías, me dijiste que te veía como a un hermano, como a un amigo y no como a un amante. tenías razón. tenías razón porque en mis tantas aventuras por la jungla había llegado ella, una mujer como yo, dulce e inocente. yo no sé qué pensaba, simplemente no lo hacía.
Ella me besaba y yo me entregaba, la pasión invadía el exterior cuando me tocaba. entonces fue cuando ella me dijo: no sabes cuánto lo odio, nunca creí odiar así a alguien.
en ese preciso momento mi corazón se quebró. no podía creer que de la persona que más adoraba pudiera salir aquellas palabras tan profanas. que aquellos labios santos, pudieran desprender tanto odio. pero lo que más me dolía era que te odiara A TÍ.
porque yo te amo y también la amo. entonces entre tú y ella yo no puedo elegir.


